sábado, 13 de noviembre de 2010

Cap. 1.4: Amigaaaaaaa

Eran las doce en punto y el reloj de la sala de estar sonó retumbando por todos los rincones de la casa. El móvil de Irene sonó, con la esperanza de que fuera Salvador quien llamaba, salió corriendo a coger-lo. Respondió sin mirar.
-          Salva.
-          No Irene… -dijo una Andrea dudosa- ¿quién es ese tal Salva?
-          Andrea ¡amiga del alma! –dijo Irene chillando- es una larga historia, ¿quieres quedar más tarde y hablamos?
-          Vale –Dijo Andrea entre risitas mientras colgaba-
Mientras colgaba Andrea sonaba el timbre de casa Salvado-Estelo. Era Quique quien había llamado que llegaría por allá a las doce, tan puntual como siempre. Irene no se acordaba mucho de él, pero al reunirse la familia delante de la puerta y abrir, vio al mismo hombre afable que recordaba.
-          ¡Familia! –dijo Quique mientras abría los brazos y todos saltaron a él-
-          Amigo mío –Rafael soltó de una bocanada de aire-
Estuvimos conversando un buen rato. Quique era el amigo del padre de Irene, quien dirigía una empresa de electrodomésticos, y Quique había venido por el empleo que le había buscado Rafael. Estuvieron charlando toda la comida.
-          Y ya tienes donde vivir –Preguntó Marta-
-          No, esperaba que me recomendarais una pensión o algún sitio que supierais.
-          Puede dormir aquí mamá –dijo Juan-
-          Y donde quieres que lo metamos –Respondió Marta-
-          Puede dormir conmigo en mi habitación –Respondió Juan a su madre-
-          No quiero molestar, ya habéis hecho mucho por mí.
-          No es ninguna molestia –dijo Rafael- ya está decidido, dormirás con Juan, al menos provisionalmente.
-          Muchas gracias, no sabéis como os quiero.
Marta se miraba la situación con un pelín de agresividad, el hombre que iba a quedarse a dormir a su casa era el que le provocaba reacciones en el cuerpo, que ni su marido le provocaba. Pero ella era una mujer respetable. Prepararía la cama de Quique y mantendría las distancias. Irene en cambio miraba curiosa.
La tarde llegó. Irene había quedado con Andrea en el parque del retiro, así que allí estaba plantada esperando.
-          Hola –dijo Joel, compañero de clase de Irene, mientras pasaba de largo-
-          Adiós –dijo Irene saludando con la mano-
Andrea apareció de detrás de un arbusto.
-          Que hacías allí detrás tonta.
-          Esperar a que se fuera Joel –dijo Andrea ruborizada-
-          Cero que te gusta un poco bastante…
-          Si, haría lo que fuera por tener una cita con el
-          ¿matarías por él?
-          Quién sabe, pero cuentame, ¿Quién es Salvador?
Pasaron toda la tarde hablando, mientras Juan hablaba con Quique.
-          Juan, si algún día necesitas que te deje la habitación a solas me avisas ¿vale?
-          - claro que sí, no te preocupes por eso, por cierto, ¿roncas?
-          No –y susurrando dijo- que yo sepa.
Ambos se echaron a reír. La noche caería sobre Madrid, y todo el mundo pensaba en el día siguiente, e Irene le enviaba un mensaje de amor a Salva.

En el próximo capítulo:
* conoceremos a Mar Sándalo

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